A pesar de lo ilógica que pueda resultar esta afirmación, es cierta, además ni siquiera es un hecho extraño sino al contrario relativamente frecuente. Mayoritariamente se da en mujeres de poca madurez sexual,es decir, con escasa experiencia en dichos aspectos, y se caracteriza entre otras cosas por la vergüenza a gemir, temor a no controlar las palabras, gestos o movimientos, e incluso por la sensación de incontinencia urinaria. Todo ello provoca un bloqueo psicológico que corta la llegada del orgasmo, causa de la disminución de la libido.
En mi opinión este es uno de los miedos o trastornos con menos razón de ser en la sexualidad femenina, creo que hablo por todos los hombres (corríjanme si alguno discrepa) al decir que los gemidos, palabras o movimientos propios de la excitación sexual son muy excitantes y eróticos. Así que no te reprimas, ya que no solo te perjudicas a ti sino también a tu pareja; por ello sería conveniente que si padeces tal problema lo hablaras con ella, exterioriza tus miedos y preocupaciones, ello ayudara a normalizar la situación. Recuerda que el sexo es cosa de dos, los comportamientos de uno influyen directamente en los del otro, nada debe vivirse en solitario.
Por otra parte está la sensación de incontinencia urinaria que experimentan muchas mujeres, la misma normalmente es errónea ya que suele suceder que la estimulación de áreas cercanas al útero provoca dicha percepción o simplemente confunden las ganas de orinar con "correrse" ( o llegar al orgasmo, no es necesario que esto suceda al llegar).
En definitiva, no te reprimas nunca en estos temas, concéntrate en disfrutar, nada ni nadie debería cortarte las alas, desinhíbete, pues es simple:
Sexo es placer, Sexo es vida.